viernes, 23 de julio de 2010

Hablando del tiempo


Por un breve comentario en facebook de una antigua compañera de facultad, el otro día me dí cuenta que ambas nos habíamos fijado en la cantidad de espacio que los informativos de Telecinco dedican a las noticias del tiempo. Y no me refiero al apartado metereológico, si no a más de diez minutos diarios comentando el calor que hace cuando se trata de un telediario veraniego, o hablando de las bajas temperaturas en los noticieros invernales.

Habitualmente se trata de reportajes bastante amenos en los que se repasa el clima en diversos puntos de España. Son entretenidos. Sin embargo me pregunto si realmente deben incluirse en los telediarios. ¿Es noticia que en verano haga calor y en invierno frío? ¿Que en Sevilla se llegue a los 40ºC en verano o en Soria las temperaturas de invierno se mantengan bajo cero durante semanas?

Creo, y por supuesto es sólo mi opinión, que en algunas cadenas de televisión se apuesta tanto por el entretenimiento que pronto ni sus propios informativos tendrán credibilidad.

Entiendo, que muchas emisoras privadas apuesten por conseguir situarse en los primeros puestos de los rankings de audiencia. Es su decisión y, por supuesto, no seré yo quién lo critique.

Siempre he defendido la telebasura para quién le guste. Considero que si tiene su público no tiene porque no tener sus proveedores. Pero hoy hablo de algo diferente. Hablo de confundir información y entretenimiento. Hablo de que quién quiera ver reportajes sobre el tiempo tiene programas tales como "Está pasando" o "España Directo" u otros similares, donde se comenta el día a día, sucesos interesantes o curiosos, entretenidos. Lo que me parece un error es confundir al espectador, mezclar formatos, ofrecer diversión en un noticiero que, en principio, debería estar pensado para informar al público de manera objetiva sobre hechos que antes desconocía y que pueden resultar de su interés. Como comentaba anteriormente, el calor en verano y el frío en invierno, no pienso que sean noticia no ser que sean realmente excepcionales, por lo que merezcan ser comentados fuera del espacio metereológico específicamente destinado a hablar del tema.

miércoles, 14 de julio de 2010

Kurt Cobain era un perdedor


Tengo buena memoria para recordar datos inútiles. Entre ellos, por ejemplo, recuerdo la primera vez que escuché a Nirvana. Fue a finales del invierno de 1992, en una excursión de la facultad para ver los estratos de una montaña. Ese día las autoridades habían recomendado no viajar si no era imprescindible, pues había caído una buena nevada, pero yo iba con cinco compañeros en un R5 por carreteras comarcales. Hasta guardo algunas fotos. Uno de mis amigos se había comprado el K7 de un prometedor grupo de Seattle llamado "Nirvana", era lo primero de ellos que llegaba a nuestro país. La primera canción sonaba fenomenal y la estuvo poniendo machaconamente durante todo el viaje. El título se me antojaba complicado, pero ahora lo digo con facilidad: "Smells like teen spirit". El grupo sonaba más fuerte que la música que yo solía escuchar, pero la portada del disco era un bebé, así que me hizo gracia y pedí que me lo grabaran. No le hice mucho caso hasta un par de años después cuando supe que el cantante se había pegado un tiro y se publicó el "Unplagged in the MTV" que me pareció uno de los mejores álbums que jamás había escuchado, así que lo situé en mi lista de favoritos junto al "Brothers in Arms" de Dire Straits y el "The Joshua Tree" de U2.

Ayer vi un documental sobre Kurt Cobain. Antes de verlo pensé "voy a ver un documental sobre la trágica vida de Kurt Cobain", pero realmente lo que creo es que vi un documental sobre la estúpida vida de Kurt Cobain. El tipo tenía todo aquello que muchos desean: estaba bueno, era rico, tenía la mujer que había elegido y una hija preciosa, era famoso, era un genio en aquello que le gustaba y multitud de gente le admiraba hasta el punto de considerarle su líder espiritual. ¿Qué más se puede pedir?

Pero no era feliz, no era feliz porque de pequeño sus padres se habían divorciado y eso había destrozado su vida hasta el punto de decidir que era mejor drogarse hasta perder el sentido y olvidar todo lo bueno que tenía. El tio prefería regodearse en su desgracia, que por muchas vueltas que se le dé no era más que un hecho anecdótico de su vida que había sucedido cuando tenía 7 años, es decir, 20 años antes del día en que decidió suicidarse porque no conseguía la felicidad. "El éxito le quitó de pobre pero no de desgraciado" sentenció una amiga mía hablando del tema.

Quiero dejar claro que me gusta la música de Cobain y que me encantó escuchar en el documental que el concierto del que estuvo más satisfecho en su vida fue precisamente el Unplugged. Y eso que muchos fans reniegan de él, pero yo no me considero fan, así que puedo decir libremente que coincido con él.

Puede que Cobain fuera un genio, pero sin duda como persona no debía valer gran cosa. Sus pensamientos machacones y egoístas en los que no hacía más que compadecerse a si mismo le impidieron disfrutar de todo aquello que tantos luchan por tener y que a él le cayó del cielo. Puede que en su adolescencia pasara malos momentos, pero hubiese podido superarlo y gozar de su juventud. Algunos dicen que lo último que quería era la fama... bien chaval, pues retírate a las montañas y olvida que el mundo sabe quién eres, el tiempo arregla ese problema.

Entiendo que se suicidara, porque creo que realmente se daba cuenta de lo desagradecido que era con la vida y con el mundo, y asumir eso debe ser complicado, casi imposible, tan insoportable que hace que te pegues un tiro en la cabeza. Eso mismo contó en su carta de suicidio, o al menos en la carta que Courtney nos enseñó. Aunque yo estoy entre los que creen que ella la modificó, más que nada para ensalzar el mito, para disimular que realmente no tenía nada más que decir.

Es duro de aceptar, pero si en lugar de vivir los '80 y '90 hubiera nacido en ellos y su juventud fuera hoy, Cobain sería un emo.

En fin, sé que me estoy pasando con alguien que todavía hoy es un ídolo de masas, al que se ha considerado líder de esa triste Generación X que es la mía, pero me reconcome la idea de que haya tantísima gente luchando por conseguir una pequeña parte de lo que él tuvo y no supo apreciar.