Recientemente han aparecido en la prensa diversas notícias referentes a la frivolidad de gastar demasiado en tiempos de crisis. La mayoría de estas informaciones son meras curiosidades o excentricidades de algunas celebrities, otras son críticas a lo que se supone una falta de consideración hacia los que no tienen ni para comer.
Así, se ha sabido que Angelina Jolie pagó 700 dólares por alquilar una habitación de hotel en la que pasó sólo dos horas para bañar a su hijo, o que Tom Cruise y Katie Holmes llevan invertida la friolera de 2 millones de euros en ropa para su hijita de sólo 3 años (http://www.jugala.com/2010/01/23/el-ranking-de-los-hijos-hijos-de-famosos-mas-gastadores/)
Por otra parte, Rama Yade, secretaria de Estado para el deporte en Francia, ha puesto el grito en el cielo al saber que la selección de futbol de su país se alojará durante el próximo Mundial en un hotel cuyas habitaciones cuestan una media de 589 euros la noche (http://www.lavanguardia.es/deportes/noticias/20100608/53941770786/lio-por-el-hotel-de-los-bleus-francia-sudafrica-estado-jean-raymond-domenech-indico-fifa.html). Sin dejar el deporte rey, cabe añadir que los jugadores de la selección española cobrarán 30.000 euros cada uno sólo por su participación en el mundial, pudiendo llegar a los 214.000 en caso de hacerse con el título.
En los tiempos que corren muchos se ponen las manos en la cabeza ante estas desorbitadas cantidades. Pero... ¿qué tienen qué hacer las personas y entidades que disponen de dinero? ¿guardarlo, donarlo o gastarlo? Cada caso es distinto y sin duda habrá quien diga que no es lo mismo lo que hagan Brangelina (personas independientes que se han convertido en ricos a través de su trabajo y conocidos por sus multimillonarias aportaciones a organizaciones benéficas) que la Federación Española, entidad que, aunque poco, recibe dinero público, y que podría dedicar sus recursos a ofrecer servicios de forma gratuita a los más desfavorecidos.
Y es verdad que la selección genera ilusión, bien muy escaso. Y es verdad que la mayoría de sus fondos provienen de sus patrocinadores. Incluso es cierto también que muchos de sus patrocinadores no realizarían donaciones si la selección no ganara y que por tanto es necesario motivar a sus integrantes... Pero es que las cantidades que se manejan son absolutamente desorbitadas.
Todo ello conduce sólo a una conclusión: la globalización ha llegado a la economía, y no para bien. Hace años se definía la economía de los países subdesarrollados explicando que en ellos existía una clase alta minoritaria muy rica y una clase baja mayoritaria muy pobre, mientras que la clase media era prácticamente inexistente. Hoy, la economía mundial parece encaminarse a esta definición.
La ausencia de rabia me tiene desconcertada.
ResponderEliminar¿Cómo es posible que, ante el conocimiento preciso del desequilibrio económico, ante la evidencia del gasto impúdico, ante la personificación fotografiada de lo antiético, nadie escupa a la cara de los ladrones?
Ladrones. Ladrones titulados, elegidos, admirados, emulados, zafios o de guante blanco. Ladrones.
Nadie que posea esas fortunas las gana honradamente. Aprovecha el esfuerzo de los más débiles, la ilusión de los ingenuos, la ignorancia de los desfavorecidos, la soledad de los no-relacionados, la necesidad de los pobres.
Creo que la clase media nunca escupe. El instinto de conservar lo poco que se ha obtenido con mucho esfuerzo paraliza contra la injusticia.
La rabia nace de la desesperación.
pero ya falta menos.
Yo creo unas cuantas décadas de capitalismo de consumo han hecho que la clase media sea muy pero que muy ancha. Todo parece indicar que va a adelgazar bastante, pero quiero creer que no hasta el punto de que esté en riesgo de quedarse como en los huesos. Si así fuera, dios nos coja confesaos.
ResponderEliminarTe dejo un link sobre las primas de la selección de fútbol: http://www.lavanguardia.es/deportes/noticias/20100529/53935881057/unas-primas-indignantes-mundial-champions-sant-boi-ong-argentina-estado.html
Esa ausencia de rabia que dice marieta... creo que es más una especie de mezcla entre construmbre/comodidad, educación y desilusión. Un pasotismo generalizado.
ResponderEliminarEl mundo está muy mal, pero el día a día sigue siendo el mismo para muchos, estemos entrando en una crisis, en medio, o saliendo de ella... estamos muy bien acostumbrados, y poner en riesgo nuestras comodidades no es una elección fácil.
Además, la educación es un bien público así que, aquí, hasta el más tonto sabe que no está bien liarla sin más. Hay unas normas y las respetamos, almenos en conjunto. No sé, no me parece a mi que se vaya a montar ninguna revolución de las de verdad.
Pero el colmo de todo es que estamos desilusionados. Nuestra sociedad se está quejando continuamente, almenos, yo veo quejas en la tele todos los días: plataformas de defensa de esto y de lo otro, manifestaciones, sentadas, encadenadas, huelgas... ¿Y de que sirve? A mi me sirvió para saltarme clases en la uni, pero parece ser que cualquiera que tenga el poder decide usarlo para, en general, ignorar.
Al final llegas a pensar que almenos si la selección gana el Mundial, sabrás donde está ese dinero, porque, si se lo van a pagar es que lo tienen, ¿no?. ¿ O es que han dicho que van a hacer con ese dinero si al final no ganan nada?
Bonito artículo desapasionado con una buena descripción de "situaciones", que conforman parte de lo que actualmente se conoce como "crísis".
ResponderEliminarMe gusta y me da pié a pensar en la reflexión que algún grupo de opinión está desarrollando actualmente: estamos entrando en un cambio de ciclo en el que habrán otros principios éticos, económicos, de principios, de convivencia, de ... etc ...
Opino que este cambio de ciclo, como en todos los anteriores, los ricos continuaran siéndolo, los pobres lo mismo, habrán nuevos ricos-pobres y nuevos pobres-ricos. La diferencia quizá estará en que nunca antes los pobres llegaron a ser tan "menos pobres" y nunca después volverán a serlo !!