domingo, 30 de mayo de 2010

Eurovisión 2010: un espontáneo hace entrar a España en la historia del Festival

A pesar de una mal disimulada indignación por parte de los seguidores del evento, hay que reconocer que la presencia de un espontáneo durante la actuación de Daniel Diges este 2010 ha permitido que España entre directamente en la historia del Festival, siendo el único país que ha podido actuar dos veces en una final sin haberse alzado con el primer puesto.

Jimmy Jump, un espontáneo profesional dedicado a aparecer por sorpresa en importantes eventos, habitualmente deportivos, consiguió subir al escenario y añadirse al coro de bailarines que acompañaban al representante español. La organización tardó en reaccionar y decidió compensar este hecho permitiendo que España volviera a actuar al final de la gala y justo antes que empezara la votación. Al día siguiente, los periódicos de toda Europa destacan este hecho junto al nombre de la canción ganadora en todas las noticias sobre el concurso.

Cierto que Jimmy Jump posiblemente quería perturbar el desarrollo de la canción, y que apenas lo consiguió ya que Diges no interrumpió su interpretación e incluso muchos creyeron que el espontáneo formaba parte del espectáculo, sin embargo, la aparición de este personaje en escena ha dado una mayor difusión a la actuación española, y su cantante ha sido el más solicitado por los medios a la finalización del concurso, a la vez que su actuación la más repetida. En cierta manera, la idea podría haber salido de un espléndido jefe de marketing que hubiese decidido que a veces, ganar no es lo más importante, lo más importante es ser recordado.

Por qué Eurovisión resulta bochornoso para los españoles

Se mire por donde se mire Eurovisión es un concurso que resulta bochornoso para muchos españoles. Después de haber estado echando una ojeada a diversas páginas sobre el concurso he visto que absolutamente nadie está satisfecho con él.

Aquellos que lo siguen, que se esfurezan en votar un cantante de su agrado para que represente España e incluso la canción que más les ha gustado el día de la final, se muestran, año tras año, indignados por el resultado de la clasificación final. Y no les falta razón. Tal y como demuestra el locutor de RTVE, José Luis Uribarri, los votos de cada país son totalmente previsibles. Más que por la calidad de los temas se vota por "amiguismo", dando puntos a los mismos países cada año. En este sentido España suele ser agraciada con los votos de Portugal y Andorra (que en este 2010 no ha participado). Hay años, como el de esta última edición, en que los favoritismos no afectan el resultado del ganador, sin embargo, sí resultan decisivos en el momento de determinar el puesto final de cada uno de los participantes. Es como una especie de boicot encubierto en que los jurados de cada país demuestran estar muy poco interesados en la música y mucho en quedar bien con sus colegas.

Cambiando de tercio. Los detractores del concurso aseguran que no merece seguir retransmitiéndose ni mucho menos ocupando el primer canal de TVE en prime time durante tantas noches (no sólo la de la gala final, si no las de las semifinales y las de las galas de elección del representante). Se lamentan de la cantidad de recursos invertidos en algo que no tiene ningún significado: el cantante elegido no resulta representativo del país, la canción que interpreta no refleja la calidad de la música de su país de origen, la mayoría de españoles no la conocen o no se sienten ni remotamente identificados con ella y, para el colmo, muchos incluso la califican como "mala" o "vergonzosa".

Por último, aquellos a quien el concurso no afecta para bien ni para mal, también se quejan de la cantidad de recursos públicos que a él destina RTVE y que podrían destinarse a otros propósitos.

La representación española en los últimos años

Si alguien se toma la molestia de hacer el seguimiento de los resultados obtenidos por España los últimos diez años, o incluso los últimos veinte, o quiere estudiar la totalidad de los puntos que se le han otorgado desde que empezó su participación en el festival, tampoco va a sentirse especialmente orgulloso.

Grandes apuestas como Soraya o Las Ketchup, no han conseguido estar ni entre los 20 primeros puestos de los 25 países que participan en la final. De hecho, si no fuera porque España tiene garantizada su presencia en la final por las bases del concurso, posiblemente en los últimos años no habría estado ahí. Junto con Alemania, Francia y Reino Unido, España forma parte del "Big Four", el grupo de países que más contribuye financieramente a la Unión Europea de Radiodifusión, lo que le otorga este pase directo a la final. Esperemos que éste aporte económico tenga implicaciones más ventajosas.

A pesar de su más que modesta representación en el festival a lo largo de la historia, muchos siguen defendiendo la indiscutible calidad de las canciones y los artistas que por él han pasado, lo que sólo puede atribuir semejante retaíla de fracasos a dos motivos: la parcialidad del jurado votante en todos los países y todos los años, o la mala suerte.


3 comentarios:

  1. Eurovisión tiene un público fiel entre determinadas comunidades, que se reúnen para ver la final, juegan a acertar los resultados y, como el resto, olvidan inmediatamente la canción ganadora.
    También provoca numerosas llamadas telefónicas entre alguna hija y alguna madre.
    Eso no se paga con dinero!

    ResponderEliminar
  2. 1) Si hubiera que sacar de la parrilla todos los programas altamente prescindibles, habría que resucitar la carta de ajuste y poner el mensaje del rey casi a todas horas.
    2) En cuanto al malgasto de los recursos públicos, pues también podríamos hacer una buena lista. Por ejemplo, ¿es de interés "nacional" y moralmente aceptable que les suelten pasta a discreción a los jugadores de la selección española si van pasando fases y eliminatorias en el próximo mundial, en lugar de rebajarles el 7% por imperativo europeo?
    3) ¿Qué es Eurovisión?
    :)

    ResponderEliminar
  3. El mensaje del rey tampoco me parece de gran interés, francamente, como para seguir manteniéndolo en la parrilla.

    Eurovisión es un concurso desfasado que como bien dices no representa la música de los paises que la conforman. En esta sociedad digital, está tan "out" como la monarquía o las cintas de cassette, pero es verdad que tiene su público y muchos de ellos reconocen que lo ven porque se sale de los cánones que habitualmente vemos en televisión: música, vestuario, escenografia...

    Para poner un ejemplo gráfico para mí Eurovisión es como Cine de Barrio: huele a rancio pero tiene su público.

    Lo que pasó este año es lo mejor que le ha pasado a España desde el LaLaLa. Mucha publicidad tanto para la canción como para el protagonista.

    ResponderEliminar